¿Sabes qué es la Clarividencia también llamada Videncia?

La palabra «clarividencia» proviene del latín «clarus» (claro) y «videre» (ver), y literalmente significa «ver con claridad». Y esto no se refiere solo a lo que mis ojos pueden ver, sino a un acceso profundo a realidades invisibles, a veces inconscientes, tanto propias como ajenas. Podriamos afirmar que es una forma de sabiduría ancestral, una visión espiritual que trasciende el tiempo y el espacio.


Vamos a darle un contexto histórico para que puedas familiarizarte con ella.

  • Como imágenes mentales espontáneas.
  • Como sensaciones o palabras que surgen en momentos clave.
  • Como escritura canalizada o visiones en meditación.
  • Incluso como percepciones del campo energético de otras personas.

Desde tiempos antiguos, la clarividencia ha sido reconocida en diversas culturas:

  • En el Antiguo Egipto, los sacerdotes y sacerdotisas canalizaban mensajes de los dioses a través de rituales y estados alterados de conciencia.
  • En Grecia, las pitonisas del Oráculo de Delfos eran consultadas por reyes y filósofos para anticipar eventos futuros.
  • En tradiciones indígenas, los chamanes y curanderos usaban sueños, plantas sagradas y cantos para recibir visiones del espíritu de la tierra y del linaje.
  • Durante la Edad Media, muchos videntes fueron perseguidos por la Inquisición, al considerarse que su conexión espiritual desafiaba los dogmas establecidos.

A pesar de la represión histórica, el don de la clarividencia sobrevivió a través del tiempo, resguardado en linajes familiares, transmitido de boca en boca o reactivado de forma espontánea en momentos de crisis o despertar espiritual.

Y ahora… ¿Cómo repercute en nuestra actualidad?

Hoy, en un mundo cada vez más consciente del poder de la energía y la espiritualidad, la clarividencia se practica como herramienta de sanación, orientación y reconexión con uno mismo y con el linaje.

Y puede manifestarse de muchas formas:

Clarividencia: ¿Una mancia, un fenómeno neurológico o un fenómeno paranormal?

La clarividencia, entendida como la capacidad de “ver más allá” de lo perceptible por los sentidos físicos, ha despertado desde siempre fascinación y escepticismo. ¿Es acaso una práctica de adivinación más, un desequilibrio cerebral o la prueba de una realidad que trasciende lo material? Exploremos estas tres visiones:


1. Clarividencia como mancia

En las tradiciones esotéricas, la clarividencia se enmarca dentro de las mancias: técnicas de adivinación que buscan revelar información oculta a través de símbolos, energías o visiones.

  • Orígenes y práctica: Al igual que la quiromancia (lectura de manos) o el tarot, la clarividencia se transmite a través de linajes y escuelas, donde el discípulo aprende a sintonizar su «tercer ojo» (chakra ajna) y a interpretar señales sutiles.
  • Objetivo: Guiar al consultante, ofrecer perspectivas y caminos de sanación basados en la percepción extra-sensorial.
  • Rituales y herramientas: Velas, inciensos, péndulos y escritura automática son algunos de los soportes que facilitan el estado de conciencia necesario.

Este enfoque contempla la clarividencia como un arte sagrado, ancestral, con reglas y códigos que preservan su pureza y efectividad.

Desde la neurociencia, hay quienes plantean que ciertas experiencias de “visión extra” podrían explicarse por la actividad cerebral:

  • Lóbulo temporal y estados alterados: Estimulación eléctrica o desequilibrios químicos en regiones cerebrales pueden producir alucinaciones visuales y sensaciones de trascendencia.
  • Sincronización hemisférica: Procesos de meditación profunda o determinadas prácticas respiratorias favorecen patrones de ondas cerebrales (ondas theta y alfa) asociadas a visiones interiores.
  • La glándula pineal, conocida también como epífisis, es una pequeña estructura endocrina situada en el centro del cerebro, entre los dos hemisferios, que produce principalmente melatonina, moduladora de los ritmos circadianos
  • meditación o sueño ligero, aumentan las ondas theta (4–8 Hz) y alpha (8–13 Hz), frecuencias asociadas a relajación profunda, creatividad e intuición

3. Clarividencia como fenómeno paranormal

Para la parapsicología y los estudios Psi, la clarividencia es un ejemplo de percepción extrasensorial (PES):

  • Investigaciones científicas: Experimentos controlados (por ejemplo, en ganzfeld o cartas Zener) han reportado tasas de acierto por encima del azar, sugiriendo un canal de información aún no comprendido.
  • Transferencia de información: La hipótesis es que la conciencia no está completamente encerrada en el cerebro, sino que puede interactuar con un campo energético universal o con otras consciencias a distancia.
  • Implicaciones filosóficas: Si se confirmara plenamente, implicaría repensar la naturaleza de la realidad, el tiempo y la conexión entre los seres.

Este enfoque reivindica la clarividencia como prueba de un aspecto invisible del cosmos, donde la mente accede a datos más allá de los límites físicos.

Conclusión

Cada mirada aporta matices que enriquecen nuestra comprensión de la clarividencia. ¿Es un legado ritual y simbólico, un eco de la actividad cerebral o la ventana a lo paranormal? Quizá todos estos elementos coexistan, revelando que la experiencia clara del “más allá” se asienta en lo energético, lo psicológico y lo místico.

Hoy, en tiempos de despertar espiritual, la Clarividencia Reconectiva nos permite restaurar la conexión con nuestra energía original, liberar bloqueos del linaje y acceder a mensajes que el alma necesita escuchar. No es adivinación, es claridad interior. No es futuro fijo, es posibilidad viva.

Desde el Coaching Integrativo estos 3 aspectos juegan un enfoque crucial para el desarrollo integral de la persona. Propiciando herramientas de Asutopercepción y enfoque para lograr tu objetivos.